Es urgente decidir si se continúa con los compromisos del Protocolo de Kyoto, pero las expectativas son bajas
DURBAN, Sudáfrica.- En momentos en que el dióxido de carbono alcanza niveles récord en la atmósfera, las negociaciones de las Naciones Unidas sobre el clima se inauguraron ayer con la presión de salvar el único tratado que limita las emisiones de gases de efecto invernadero.
Estados Unidos, Europa y los países en desarrollo plantearon posiciones divergentes que anticipan una dura confrontación, aunque el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, pidió que se dejaran de lado los intereses nacionales en pos "del bien común y el beneficio de la humanidad".
Como si ilustrara los efectos del calentamiento global, una feroz tormenta que inundó las viviendas precarias y mató a por lo menos cinco personas se desató ayer en el puerto de la ciudad que alberga la reunión. Las autoridades municipales dijeron que el balance final de víctimas podía ascender a 10. Las sesiones no se vieron afectadas, aunque el techo del centro de convenciones sufrió daños.
Los científicos dicen que ese tiempo inusual es cada vez más frecuente y continuará siéndolo a medida que la Tierra se caliente, aunque es imposible atribuir un evento individual al cambio climático.
La negociación tiene frente a sí un plazo perentorio de un año, ya que en diciembre de 2012 expirará el compromiso de 37 países industrializados de cortar sus emisiones de dióxido de carbono, como lo requiere el Protocolo de Kyoto. Si esos países aceptan o no otro período de mayores reducciones es el tema que ocupa el centro de las discusiones.
En la apertura de la reunión, la televisión canadiense informó que el gobierno de ese país anunciará su retiro formal del acuerdo de Kyoto el mes que viene. Canadá, Japón y Rusia dijeron el año último que no aceptarán nuevos compromisos, pero la renuncia al acuerdo significaría otro retroceso del tratado que se firmó con mucha fanfarria en 1997.
El ministro de Medio Ambiente canadiense, Peter Kent, se negó a confirmar o desmentir esa información. "Este no es el día. No es el momento para un anuncio", dijo.
"Los países se están alejando del Protocolo de Kyoto", dijo Artur Runge-Metzger, negociador en jefe de la Unión Europea.
Los países en desarrollo dicen que Kyoto es el único instrumento que compromete a los países ricos a alcanzar metas específicas.
"La prioridad esencial para el éxito de Durban es lograr un segundo período de compromiso", dijo el delegado chino, Su Wei.
El delegado norteamericano, Jonathan Pershing, que calificó el protocolo de poco justo, dijo que los Estados Unidos aceptarían limitar sus emisiones en el futuro siempre que todos los grandes emisores aceptaran las mismas obligaciones legales.
SIN TIEMPO QUE PERDER
Christiana Figueres, directora del programa de cambio climático de las Naciones Unidas, afirmó que el futuro de Kyoto es "el tema definitorio de esta conferencia". Y agregó que la extensión de las metas de Kyoto está vinculada con pedidos de que los países en desarrollo se unan en la lucha contra el cambio climático.
La tarea es monumental, dijo, pero luego citó al legendario ex presidente Nelson Mandela: "Siempre parece imposible hasta que se logra".
Uno de los mayores desafíos del calentamiento global es la producción de alimentos. En su primera evaluación de los recursos del planeta, la Organización de Alimentos y Agricultura (FAO) estimó que los agricultores deberán producir un 70% más en 2050 para abastecer las necesidades de una población de 9000 millones de personas. Pero la mayoría de la tierra cultivable ya está siendo utilizada, y de formas que reducen la productividad y a través de prácticas que llevan a la erosión y el desperdicio de agua, dijo la FAO en un informe dado a conocer ayer, en Roma.
"Para muchos países africanos, el cambio climático es una cuestión de vida o muerte", destacó Zuma.
Los representantes de 183 de los 194 Estados miembros de las Naciones Unidas son esperados hasta el 9 de diciembre en el centro de conferencias.
"En sólo dos semanas debemos obtener resultados", destacó la ministra mexicana de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa, que hizo uso de la palabra en primer lugar como presidenta de la anterior conferencia, realizada en diciembre de 2010 en Cancún, México.
Antes de que comenzara esta conferencia, los Estados insulares, que se encuentran entre los más vulnerables ante el cambio climático, pidieron "un acuerdo urgente sobre el clima", considerando que la voluntad de los principales emisores de dióxido de carbono de postergar las decisiones constituía "una traición a las poblaciones más vulnerables".
Mientras tanto, la diseñadora de moda británica Vivienne Westwood donó un millón de libras a una campaña destinada a recaudar 7 millones de libras para salvar las zonas más vulnerables de las selvas ecuatoriales como la Amazonia antes de 2020, anunció ayer su compañía.
"Los gobiernos son tan lentos que no podemos esperarlos más. Tenemos que mover esto", declaró la propia Westwood en una entrevista publicada en el diario The Times.
Fuente: La Nación Ciencia /Salud martes 29 de septiembre 2011
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