Con la mayor parte de la actividad económica mundial y más del 50% de la población concentrado a día de hoy en núcleos urbanos, las ciudades han pasado a jugar un papel fundamental en la implantación de una economía verde. El desarrollo en las ciudades tiene efectos de largo alcance sobre las economías mundiales, los usos de la energía y el cambio climático.
Además, el florecimiento de una economía verde depende en gran medida de la capacidad para innovar y muchas de las ideas innovadoras más sostenibles y ambiciosas surgen de las ciudades gracias a la densidad de instituciones, personas e infraestructura de las mismas.
Como núcleos de interacción social y actividad económica, las ciudades constituyen una plataforma espacial esencial para la formulación e implementación de políticas a lo largo de los distintos sectores. Es en las ciudades donde el crecimiento económico y unos puestos de trabajo dignos pueden equilibrarse de forma factible con un medio ambiente libre de los riesgos del cambio climático y de la degradación de los ecosistemas. Las ciudades pueden catalizar un giro hacia la eficiencia a través de inversiones en infraestructuras verdes de transporte bien planificadas. Además de la planificación integral del transporte, los combustibles con bajo grado de emisión de gases de efecto invernadero y la electrificación del transporte contribuirán a alcanzar los objetivos de sostenibilidad.
La densidad urbana, cuando ha sido planificada conscientemente y apoyada por una infraestructura sostenible, posibilita unos patrones más eficientes y sostenibles de desarrollo. De esta forma, unas ciudades compactas reducen la huella espacial
de desarrollo y unas infraestructuras compartidas reducen las emisiones y el uso de los recursos. Mediante el aprovechamiento de las ventajas que ofrece la concentración de la población, las ciudades pueden reducir su dependencia del transporte y las infraestructuras y proporcionar unos servicios básicos más eficaces. Una planificación creativa para el florecimiento de unos modelos de desarrollo urbano compactos y concentrados que incluyan parques y zonas verdes puede reducir las distancias para trasladarse al trabajo y el consumo de energía en los edificios, contribuyendo así a la estabilización del clima y a la biodiversidad.
Fuente: Agua y ciudades en la economía verde
Programa de ONU-Agua para la Promoción y la Comunicación en el marco del Decenio (UNW-DPAC)
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