Un desarrollo urbano sostenible
Un principio básico es la promoción de ciudades compactas y la expansión controlada de las zonas urbanas.
Los dos patrones urbanos de “área compacta y concéntrica” y el de “ciudad satélite”, tienen ventajas tanto para las como para el ecosistema. Estos preservan un mayor número de parcelas en las que la naturaleza puede prosperar, lo que aumenta la protección frente a avenidas y deslizamientos de tierra al tiempo que permiten el crecimiento económico y de la población.
Otro principio consiste en el equilibrio entre unas instalaciones estratégicas y la diversificación de oportunidades para la economía local. Conforme un núcleo urbano crece, generalmente lo hace el número y el carácter de las funciones que desarrolla. Instalaciones como los puertos de mercancías, un aeropuerto internacional, universidades o un centro financiero refuerzan la competitividad de la región de una ciudad y contribuye a la cadena de valor de toda la zona. Al mismo tiempo, la diversificación de las oportunidades para la economía local disminuye la demanda de movilidad, reduciendo así el consumo de energía.
Además de ello, las siguientes alternativas concretas pueden contribuir al desarrollo urbano sostenible:
• Expansión de la red de infraestructuras a la vez que se aprovechan al máximo las ya existentes.
• Construcción de entornos de edificación más verdes, con un consumo de agua y energía más eficiente. Tanto las medidas reguladoras (códigos de edificación reforzados) como las estrategias de incentivos (herramientas de calificación y tasación de la construcción verde, hipotecas verdes) ayudan a promover la construcción verde.
• Tecnologías como los “tejados verdes” contribuyen a reducir las escorrentías y el efecto “isla de calor” en las ciudades y así disminuir la demanda de refrigeración y la contaminación del aire.
Promoción de los clústeres de concentración de industrias y empleos verdes.
Los responsables de la toma de decisiones pueden contribuir al crecimiento de clústeres de industrias y empleos verdes mediante, por ejemplo, vínculos tripartitos entre la universidad, las empresas y las autoridades locales.
• Flujos más eficientes de los recursos dentro de las ciudades, como por ejemplo estableciendo límites al crecimiento urbano para limitar la expansión descontrolada, suministrando incentivos a las acciones a favor de un medio ambiente libre de coches, bonos de densidad para proyectos que contribuyan a una expansión urbana sostenible, etc.
Fuente: El agua en la economía verde. Oportunidades y actuaciones en la industria, las ciudades, la agricultura y las cuencas hidrográficas
Oficina de Naciones Unidas de Apoyo a la Década del Agua: Agua para la Vida 2005- 2015
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