La agricultura
La agricultura puede jugar un papel esencial en la transición a la economía verde. Utiliza el 70% del agua extraída a nivel mundial y proporciona empleo al 40% de la población mundial. Además, el crecimiento del PIB generado por la agricultura es cuatro veces más efectivo a la hora de reducir la pobreza que el generado por otros sectores. El crecimiento verde requerirá la producción de suficientes alimentos para una población cada vez mayor (en su mayoría en países menos desarrollados especialmente del África subsahariana), y que contará con un mayor poder adquisitivo (en países en vías de desarrollo y menos desarrollados).
La economía verde requiere alcanzar la seguridad alimentaria utilizando menos recursos naturales. Esto podría lograrse mejorando la eficiencia de los recursos o a través de inversiones e innovaciones sustanciales, lo que conlleva incrementar los cultivos que garanticen una mayor eficiencia en términos de nutrición por gota de agua.
Los pequeños agricultores son esenciales en la transición hacia una economía verde ya que contribuyen al crecimiento económico, a la reducción de la pobreza y a la seguridad alimentaria. Sin embargo, sin los medios para el control y la gestión efectiva del agua, los agricultores más pobres son incapaces de transformar su actividad agrícola y hacer que pase de ser un mero medio de subsistencia a ser una empresa que genere ingresos. El agua no es el único condicionante para la mejora de la producción y la nutrición de las cosechas, pero sin un acceso seguro al agua por parte de los agricultores, las intervenciones sobre cualquier otro de los factores limitantes, fracasarán. Por ejemplo, un acceso seguro al agua da seguridad a los agricultores a la hora de invertir en activos como fertilizantes o semillas mejoradas y les permite plantar cultivos de más valor como frutas o verduras
Prácticas agrícolas
• La eficiencia de los pequeños productores puede alcanzarse mediante mecanismos que faciliten el acceso a las técnicas y mecanismos que faciliten el acceso a los mercados).
• Enfoque agroecosistémico. Este enfoque considera la agricultura como una serie de prácticas humanas
llevadas a cabo en su ecosistema; ecosistema que tiene unas necesidades, funciones y servicios propios y que interactúa con otros ecosistemas. El enfoque agrosistémico es, entonces, la gestión de los recursos naturales y otros activos para la producción de alimentos y otros servicios de abastecimiento, culturales, reguladores y de apoyo propios del ecosistema.
• Sistemas agrícolas de cultivo estratificado, como la integración del cultivo de arroz y la cría de peces en la cultura China, donde el pescado crece en los campos de arroz al mismo tiempo que la cosecha de arroz o de forma rotativa con el arroz.
• Tanto a nivel de campo de cultivo como de paisajes más extensos, la integración de la producción de las cosechas, los bosques y el ganado puede conducir a la recuperación de los recursos en forma de abono para aumentar la fertilidad del suelo o de residuos de cosechas y forraje de los árboles como alimento para el ganado. Por ejemplo, en los bosques de la sabana, la regeneración natural gestionada por los pequeños agricultores ayuda a aumentar la población de árboles.
El cultivo de plantas autóctonas, plantas adaptadas al desierto, silvopastos y pastos perennes tienen la capacidad de aprovecharse de las lluvias poco frecuentes o irregulares y de controlar la erosión del suelo en áreas demasiado secas para soportar cultivos tradicionales.
Proyecto de recogida de agua para abastecimiento de agua potable y para la agricultura en los municipios rurales de la República de Yibuti
Principales retos: Falta de acceso a agua suficiente para cubrir las diversas necesidades como el agua de boca o la agricultura.
Enfoque y objetivos
− Mejorar el acceso al agua para múltiples usos entre la población nómada rural (2.400 personas).
− Mejorar el conocimiento de las condiciones hidrogeológicas de la zona objeto del proyecto.
− Aumentar las inversiones a través de la promoción de nuevas tecnologías en la recogida de agua a nivel nacional.
Puesta en marcha
− Proyecto piloto de tecnologías innovadoras de recolección de agua procedente de escorrentías para agua potable, irrigación y ganado en dos municipios rurales.
− Construcción de estructuras hidráulicas, incluyendo tanques de almacenamiento subterráneos, depósitos superficiales y trabajos de canalización.
− Capacitación de los departamentos gubernamentales de ingeniería de los recursos hídricos.
− Evaluación del sector y preparación de proyectos rentables para su financiación.
• El uso de tecnologías innovadoras que mejoren el rendimiento de las cosechas y la tolerancia a la sequía, que aporten mayor eficiencia en el uso de los fertilizantes y del agua, así como nuevos pesticidas y propuestas no químicas para la protección de los cultivos; tecnologías que reduzcan las pérdidas tras la cosecha y propongan unas producciones ganadera y pesquera más sostenibles.
• La promoción de las soluciones locales desarrolladas con éxito (procedentes de los pequeños agricultores).
• Promoción de la agricultura urbana, ya que tiene la ventaja de reducir la cadena de transporte
desde la tierra hasta la boca.
La captura y reutilización del fósforo. Tanto en zonas urbanas como en granjas de ganado debe recuperarse el contenido en fósforo de los desechos humanos y animales para devolverlo al suelo.
Cadena de producción de alimentos
• Mejora de la eficiencia a lo largo de la cadena de producción de alimentos mediante el uso y la reutilización de los recursos durante la producción, la minimización de los residuos durante el manejo, procesamiento, venta y consumo tras la cosecha, o una distribución comercial equitativa y justa.
• La reducción del desperdicio de alimentos. El desperdicio de los alimentos en los países industrializados se puede reducir mejorando la sensibilización entre la industria alimentaria, los comerciantes y los consumidores. Hay una
urgente necesidad de encontrarle un uso beneficioso a todo el alimento que se desperdicia hoy en día.
• Atención a las interdependencias entre agua, alimentación, energía y clima. Existe la necesidad de alinear los planes, las estrategias y los programas que abordan estos nexos y de reconocer los potenciales intercambios y equilibrios entre el uso de la tierra y el agua, la biodiversidad, la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero, el suelo, etc.
Prácticas de gestión del agua
• Mejora de la eficiencia de la irrigación en la agricultura. Considerar la agricultura de secano incluyendo pequeños embalses y recogida del agua de lluvia.
• Tecnologías de irrigación a pequeña escala (bombas de pedal, técnicas de riego por goteo,…). La inversión en estos modelos de “verdes” de regadío puede ayudar a aliviar las cada vez más insostenibles extracciones de agua para el regadío.
• Medidas para mejorar la productividad del agua en la agricultura y reducir la brecha entre los cultivos en distintas áreas (abastecimiento).
• Contabilización de los volúmenes de agua en la cadena de producción de alimentos. En la actualidad, el valor del agua en la cadena de producción de alimentos es un valor opaco.
• Transición de un enfoque basado en la oferta a un enfoque basado en la demanda en la gestión del agua para la agricultura. Hoy en día, el enfoque de gestión del agua para la agricultura se basa en la infraestructura física para garantizar la oferta; esto debería evolucionar hacia un enfoque basado en el uso sostenible del agua, con una mayor consideración de las soluciones económicas por l lado de la demanda.
• Combinación de nuevas tecnologías, nuevos cultivos y nuevas prácticas en la gestión del agua, como la recogida de aguas procedentes de escorrentías o el almacenamiento de agua en el subsuelo, con el fin de incrementar la productividad del agua en las zonas de cultivo tras la recolección y de restaurar las tierras degradadas por el pastoreo.
• Decisiones basadas en evaluaciones de impacto que garanticen una gestión sostenible del agua.
• Separación de las fuentes de contaminación en origen.
• Se puede ahorrar energía optimizando el uso del abastecimiento de agua por gravedad, reduciendo la necesidad de bombear y conservar la calidad del agua a lo largo de la cuenca.
• La adopción de nuevas tecnologías de filtración (como la nanotecnología) orientadas a la reutilización de las aguas grises (aguas residuales procedentes del sector urbano) para la agricultura.
Fuente: El agua en la economía verde. Oportunidades y actuaciones en la industria, las ciudades, la agricultura y las cuencas hidrográficas
Oficina de Naciones Unidas de Apoyo a la Década del Agua: Agua para la Vida 2005- 2015
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